Notas post vuelo

Ayer fue un gran día.

Quiero agradecer a los sponsors, porque sin el apoyo fundamental de Abelardo de Paramotores Kraft y de Skywalk, este record mío personal de 300 km no habría sido posible.

A los amigos y la familia, gracias por el aliento y la compañía durante los vuelos. Tengo fotos y videos que se hace imposible compartir cómodamente a la distancia pero que quiero que vean. A la vuelta ya nos juntaremos y les contaré más detalles. Dicen las malan lenguas que hasta puede haber algún asau y todo!

Acerca de la rutina diaria

Según los planes, la idea era volar tres o cuatro días seguidos, descansar uno si hacía falta y así. Hoy que sería el tercer día de vuelo… no se vuela, y quería contarles un poco por qué.

Para los que no están familiarizados con la dinámica de los rescates en esta zona, vale aclarar que hay varias empresas que asisten a los pilotos que deciden emprender estos vuelos XC.

Normalmente, si dos o más pilotos aterrizan en la misma zona, las empresas se ponen de acuerdo para que sólo vaya una a la zona y rescate a todos. Hoy por tí, mañana por mí, dice el refrán.

El aterrizaje en la zona de Magdalena tenía muchas ventajas y facilitaba un pronto regreso a la posada, no fue casual bajar allí.

A pesar de haber aterrizado ayer temprano, el rescate se hizo esperar.

Lo que demoró finalmente el rescate es que otro piloto -que hizo apenas unos pocos kilómetros más- quedó en una zona bastante inaccesible.

Una vez que él fue rescatado, pasaron a buscarme a mí y así fue que entre una cosa y otra llegamos de vuelta a la posada alrededor de las 6 de la mañana de hoy, y casi sin dormir.

Impensable salir a volar en esas condiciones.

Más allá del ambiente jovial, la rutina es estricta. No son vacaciones de vuelo sino un entrenamiento deportivo serio, con rutinas firmes.

Aquí en Assú, el día de vuelo empieza tempranísimo. A las 5AM, ¡todos arriba!

Se desayuna hasta las seis y a las siete de la mañana ya se está en rampa para ir despegando uno a uno.

La lógica y la seguridad mandan, no hay forma de encarar un vuelo tan exigente sin haber tenido una noche de buen descanso. Por eso a pesar de que hoy viernes el día prometía mucho, se decretó una pausa forzosa.

Un poquito más del vuelo de ayer, o mejor dicho, del aterrizaje…

Lo bueno es que esta tarde «libre» me permite contarles con más detalle que en el día de ayer, al momento de aterrizar, tenía una tribuna de pilotos locales que venían siguiendo el vuelo y vinieron a recibirme.

Un gran campo para aterrizar, y al otro lado de la calle, la ciudad de Magdalena.
Pilotos locales reciben a Damina al aterrizar en Magdalena (Brasil)
Pocas veces aterriza uno de un gran vuelo con tanto público!
Pilotos locales reciben a Damina al aterrizar en Magdalena (Brasil)
Comité de Bienvenida! Me hicieron sentir como en casa.

¡Mañana volamos nuevamente! Los invitamos a seguir el vuelo en vivo desde las 7-8 de la mañana.

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